Torimbia

tarde,
la calma cuajó,
las gentes se fueron,
el azul del agua, la pálida arena y el espesor verde, dejaron en evidencia al cielo cenizo, que, aunque precioso,
pareció vulgar.

Arribada del fill

Maleït el dia que la seva vagina es dilatà de tal forma que donà a llum a aquella esguerrada criatura que ens amargà l'existència.

el ramat

El ramat, embriagat d'impersonalitat, admirava els pasos del farsant.

Aquel joven

Aquel joven era espiritual i místico*, pero se le iluminaron los ojos cuando le entregaron el cheque.

*o al menos eso decía él. Contaba que había viajado a la India dónde tubo vivencias que le abrieron los ojos, vestía ropajes de ese país y parecía ducho en la matéria. Nos decía que menospreciaba lo material y que la envidia y la avaricia estaban aniquilando occidente.
En vida, morir, fue la experiencia más gratificante.
No sabía bien porqué alzaban el puño, pero daba igual; lo importante era que le vieran también a él con el puño levantado.

y de nuevo

y de nuevo, nos iremos sin haber aprendido a vivir.

pinchazo

“El alcoholismo es la enfermedad laboral del escritor" (Malcolm Cowley).

El escritor, asqueado y cansado, dejó de escribir para sentarse a la mesa con su copa y un cigarro. Cuatro horas, 3 botellas y dos paquetes más tarde, sintió un pinchazo en el hígado.
La necesidad del ser humano de formar parte de algo, es tal vez una de sus particularidades más ridículas.
La tragedia era de tal magnitud que el psiquiatra le recomendó suicidarse.
¿y si la máscara más cara mascara más caramelos?

decidí matarla

Al llegar a casa la encontré como siempre en la cama dormida, desnuda; como siempre yo llegaba a altas horas de la madrugada. encendí una vela y me dediqué a observarla durante largo rato: su rostro angelical, su respirar que inflaba sus pechos y su presencia sin mas me hipnotizaban y así podía pasar largos ratos. La besé y despacio le hice el amor. Luego decidí matarla, tanta belleza era insoportable, así que cogí la almohada y la presioné sobre su rostro pálido, apreté, ella susurró palabras incomprensibles, luego empezó a mover sus piernas hacia todas direcciones. Contemplé su bello cadáver, con su rostro morado, su respirar que ya no exhalaba y su ausencia de alma. La volví a besar.

lecciones de ética

¿Por qué siempre dan lecciones de ética los menos indicados?
y se quedó allí, sin reaccionar, petrificado, asustado como el niño perdido.

apariencias

muchos, gastan mas fuerzas, en parecer que en ser.
desgraciada la mujer, que sólo puede ofrecer un cuerpo y una sonrisa

a menudo (II)

A menudo, se daba cuenta que todo era en vano, y cuando se percataba de ello, la convicción, le atormentaba hasta el insomnio.

a menudo (I)

A menudo, se sentaba bajo aquella marquesina de color gris a observar la gente pasar, a menudo se preguntaba qué era lo que les movía.

perder las formas

Hoy ya he perdido dos veces las formas, será que me estoy haciendo viejo pensó el joven Román.